"DOCTORA FOSTER" -Serie de TV-
“Doctora Foster” es una miniserie británica producida por la BBC en
el año 2015. Escrita en su totalidad por Mark Bartlett, narra a lo largo de 5
episodios la historia de Gemma Foster, una especie de médica de familia de una
pequeña localidad inglesa que disfruta de una vida modélica y feliz: Está
casada con Simon, un promotor inmobiliario que la adora y que proyecta la construcción
de un edificio importante en la ciudad, tiene un hijo de unos 10 años, una casa
preciosa, dos coches, es enérgica, independiente económicamente y está reconocida
comunitariamente por la atención que dedica a todos sus pacientes. Una vida de
clase media perfecta. O eso es lo que ella cree. Porque una mañana en su
consulta descubre, por casualidad, un largo pelo rubio en la bufanda que le ha
prestado su marido. Y ella es morena. A partir de este incidente nimio, se
desata una tormenta emocional de proporciones catastróficas en su existencia. La
obsesión por una posible infidelidad le hace tirar del hilo hasta confirmar sus
sospechas: El marido tiene una amante más joven. Y entonces su conciencia
recuerda esta cita bíblica: “No hay ira en el cielo como
la de un amor convertido en odio. Ni furia en el infierno como el de una mujer
despreciada”.
A
partir de este momento (es el primer capítulo), Gemma pondrá patas arriba todos
los cimientos pacientemente construidos a lo largo de sus 37 años de vida. Y lo
hace a tumba abierta, sobrepasando incluso algunos límites morales que ella
creía tener hasta entonces. Y que todos podemos compartir.
El
primero de los grandes hallazgos de la serie es precisamente éste, el de
incluirnos a nosotros en su descenso a los infiernos de la desesperación
provocados por la traición, la mentira y la quiebra de la confianza en la
persona con la que comparte su vida. El segundo, es la utilización de los
mecanismos del género policial para narrar toda la evolución dramática del
personaje protagonista, que va del auto cuestionamiento total de los primeros
capítulos a la planificación fría e implacable de una venganza en los últimos.
En tal sentido, la construcción del cuarto capítulo que nos prepara para el
desenlace brutal que se producirá el epílogo es sencillamente magnífica. Es tal
el suspense dramático creado, que el interés por el final de la historia
alcanza cotas difíciles de ver en televisión.
La creación del personaje protagonista,
la doctora Gemma Foster, es otro de los puntos fuertes de la serie. Ella se
convierte en un arquetipo para todos los espectadores, da igual que sean
hombres o mujeres. Porque es una persona engañada, estafada en sus certidumbres
por la persona que ama. Y toda la historia nos es mostrada a través de sus ojos
y su corazón. Esta decisión dramática nos obliga a todos a posicionarnos, a
ponernos siempre en su lugar. ¿Qué haría cada uno si le pasara lo mismo?
¿Seríamos capaces de continuar en la mentira del matrimonio con tal de mantener
la fachada de nuestra posición social? ¿Aguantaríamos por evitar el sufrimiento
de nuestros hijos? ¿Nos enfrentaríamos a la verdad cara a cara? ¿Trataríamos de
poner paños calientes? En esta decisión tan inteligente radica el poderío
emocional de la serie. Es imposible verla sin salir tocado.
Se podría decir también que toda
la historia gira alrededor del sobresaliente trabajo de interpretación de su
protagonista, Suranne Jones (Premio Bafta
a la mejor actriz del año por esta serie en 2016). Su elaboración del
personaje es sencillamente prodigiosa y visceral, plena de matices sutiles pero
también de arrebatos de furia. Y en todas las facetas, inclusive en las más contradictorias,
luce sublime, profundamente humana. Y a pesar de sus pliegues, muy
comprensible.
En definitiva, una propuesta
placentera y dolorosa al mismo tiempo, proveniente de la siempre estimulante
televisión británica, que tuvo un enorme éxito de audiencia en las islas y que,
a pesar de su final cerrado, parece ser que tendrá una segunda temporada. En
España, “Doctora Foster” se puede ver a través de Netflix.
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